¡Un tobogán solo para los más valientes! Un recorrido retorcido de 100 metros, desde una altura de 15 metros. Emociones increíbles que culminan en una gran cámara en forma de cebolla. Su salida está conectada a otro tobogán, lo que prolonga el descenso y lo hace aún más emocionante.
Los niños de entre 110 y 135 cm pueden disfrutar de esta atracción acompañados de un adulto.